ENVÍO GRATUITO EN TODOS LOS PEDIDOS SUPERIORES A
€25agosto 16, 2022 3 lectura mínima
A menudo se dice que más vale prevenir que curar, y esto también es aplicable a los problemas renales de los gatos. La enfermedad renal, en particular la enfermedad renal crónica (ERC), es uno de los problemas de salud más comunes de los gatos senior y geriátricos, y los veterinarios suelen aceptar que se calcula que uno de cada tres gatos desarrollará una enfermedad renal a lo largo de su vida.
La enfermedad renal, insuficiencia renal o enfermedad renal crónica es una enfermedad renal y provoca el cierre progresivo de los riñones. Al igual que los humanos, los gatos suelen desarrollar problemas renales como parte del proceso de envejecimiento. Sin embargo, en comparación con nosotros, los gatos son mucho más propensos a desarrollar la enfermedad. La enfermedad renal en los gatos se produce cuando los riñones dejan de funcionar tan bien como deberían. Normalmente, unos riñones sanos son responsables de una serie de funciones diferentes, entre las que se incluyen:
Debido a la aparición tardía de los síntomas, los problemas renales pueden ser bastante difíciles de tratar, ya que normalmente sólo se diagnostican cuando han progresado de forma significativa, a veces hasta la insuficiencia renal. Ni siquiera puede detectarse hasta que el gato ha perdido más del 65% de su función renal.
Cuidar los riñones de su gato durante toda su vida puede ser la clave para minimizar la probabilidad de que desarrolle ERC, e incluso puede ayudar a ralentizar la progresión de la enfermedad. Puede que no sea posible eliminar por completo el riesgo, pero hay medidas clave que pueden tomarse para favorecer la salud renal de su gato.
Los riñones se alimentan bien de líquidos, ya que así eliminan las toxinas del organismo. Puede ayudar a mantener sanos los riñones de su gato animándole a consumir la mayor cantidad de líquido posible. Para ello
Los estudios han demostrado que los gatos con sobrepeso son más propensos a desarrollar diabetes, y algunos estudios sugieren que los gatos diabéticos tienen un mayor riesgo de desarrollar también ERC. Además, evitar que su gato tenga sobrepeso es mejor para su salud general.
La detección precoz es clave cuando se trata de problemas renales. Desgraciadamente, la enfermedad renal no suele presentar signos clínicos hasta que ha avanzado. Se recomienda que su gato visite al veterinario una vez al año cuando sea adulto, y dos veces al año a partir de los 7 años de edad, para recibir cuidados preventivos y de bienestar rutinarios.